La selección se enfrento este miércoles a Venezuela. La Vinotinto ha crecido a pasos agigantados en los últimos años y ya no es la cenicienta que todos esperan golear en la Conmebol. Su selección sub-20 hizo historia al clasificarse al mundial en Egipto y tiene una generación de grandes jugadores que han emigrado a Europa.
Una cosa es clara, Venezuela no es una potencia mundial. Nunca han clasificado a un mundial, apenas han clasificado a la segunda ronda de la Copa América una vez y sus clubes no han gozado de gran éxito en las competiciones continentales. Además la selección que trajo la Vinotinto al Estadio Olímpico tenía un promedio de edad menor de 22 años.
Ayer, Honduras se mostró sobrada y los jugadores sin ganas de jugar. No hubo brillo ni pasión. Vieron de menos a los juveniles venezolanos y terminaron llevándose una derrota inesperada. La Honduras de la eliminatoria no existía. ¡Qué diferencia hay entre la Bicolor cuanto no están los legionarios! Wilson, Costly, Figueroa y los italianos hicieron falta. Honduras no es la misma sin ellos.
Esta fue el último juego de Pavón, Turcios y Guevarra con la selección en el país. Nunca más veremos a estos jugadores luciendo la playera de la H en nuestro país. Después de cuatro intentos al fin lograron ir al mundial. Dios quiera que el equipo suba el nivel porque si no todo el esfuerzo solo les servirá para ir a pasear a la tierra de Mandela. Honduras estará por siempre agradecida con estos tres guerreros que nos han dado tantas alegrías con los años.
Si bien el juego sirvió darles la última oportunidad a ciertos jugadores locales para comprobar que merecen ir a Sudáfrica, el resultado es vergonzoso. ¿Cómo podemos pensar que haremos un papel decoroso en el Mundial si no podemos ganarle en casa a una selección juvenil de Venezuela?